Lo cierto es que ver a nuestros padres envejecer es un regalo y una suerte, pero al mismo tiempo es algo que debemos asumir aunque no sea lo más agradable.
Un día están llenos de energía jugando con los niños; y al otro comienzan a tener dificultades para moverse como lo hacían antes.
Al principio empiezan las bromas con la edad cada vez que cumplen años, pero hay un día en que las bromas se convierten en verdad, y aunque sea difícil conciliar el hecho de que están envejeciendo, somos hijos de nuestros padres y queremos disfrutar de ellos al máximo sin que se lastimen.
Resumen
Cómo convencer a un anciano para que utilice un andador
La realidad es que a medida que las personas envejecemos somos más propensas a caernos. Entonces, ¿cómo podemos convencer a nuestro padre o nuestra madre ya ancianos, o incluso a nuestros abuelos, de que un andador es la mejor inversión?
La movilidad
Lo primero es desterrar la idea de que perderán movilidad al tener que cargar con un objeto voluminoso. Todo lo contrario. Debes recordarles que mantendrán e incluso aumentarán su movilidad, permitiéndoles caminar largas distancias sin necesidad de sentarse o tomar aliento.
–Aprende cómo se usa un andador para ancianos.
La seguridad
¿No es verdad que cada vez que conduces el coche lo haces con el cinturón de seguridad?. Entonces, si una persona mayor es propensa a las caídas (descubre todo lo que tienes saber sobre el riesgo de caídas en ancianos) o tiene problemas de equilibrio, ¿por qué debería rechazar la asistencia?.
También es bueno recordar a nuestros mayores algunas cifras reales:
- Los accidentes son la 5ª causa de muerte en el mundo.
- El 66% de los accidentes caídas
- El 75% de todas las caídas se producen en mayores de 65 años.
Además de que sufrir una caída puede suponer pasar una temporada en el hospital en lugar de en el hogar, algo que no es plato de buen gusto para nadie.
Habla con el médico
La opinión de un doctor es el mejor aval, por ello puedes organizar una cita con su médico de confianza y que le explique personalmente cómo un andador disminuye el riesgo de caídas.
Además, el médico puede explicarle directamente cómo usar un andador y su funcionamiento para conocer mejor el aparato.
Estilo propio
Una causa de rechazo puede ser la de pensar que los andadores son todos iguales, lo que puede asociarse a la etiqueta de enfermo, como ocurre con las muletas. Lo que es probable que no conozcan es la amplia variedad de diseños y estilos de andadores, así como todas sus funcionalidades, por lo que pueden encontrar un andador a medida que no tiene que relacionarse como un aparato para enfermos, sino como un accesorio para hacer más fácil la vida diaria.
Animar e incluso convencer a un ser querido para que apuesten por un andador para caminar puede que al principio no sea fácil ni divertido, pero una vez tomen la decisión lo disfrutarán como nadie y se darán cuenta de sus beneficios en primera persona, reduciendo al mínimo las probabilidades de lesión, también para la mayor tranquilidad de los hijos.